
En Krajina ve Stínu (Paisaje en la sombra) en un momento dado un campesino, en una aldea pobre de la frontera entre Chequia y Austria, le dice a la mujer «llevamos tres Estados y siempre estamos en la miseria». Está hablando del Imperio de Austria-Hungría, disuelto en 1918, para dar paso a la Checoslovaquia independiente, abolida por los nazis en 1938, el momento de la acción, cuando la población de la aldea está dividida acerca de si incorporarse o no al Reich de Austria y Alemania.
Este interés por la dignidad y la humanidad de la gente pequeña y al margen, de la gente, parafraseando a cierto poeta, que viene de un silencio antiguo y muy largo, desde los fondos de los siglos, por los pueblos y las ciudades comarcales checas, es recurrente en las películas de Bohdan Sláma (Opava, 1967), uno de los mejores y más importantes cineastas checos en activo. En 2005 ganó la Concha de Oro en San Sebastián por Štěstí (Felicidad).
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